West Midlands Police and Crime Commissioner, Simon Foster, junto a la diputada Sarah Coombes, llevarán su campaña para acabar con las placas de matrícula ilegales, conocidas como “ghost plates”, al Parlamento británico el próximo 2 de diciembre. Reclaman leyes más estrictas para frenar una problemática que pone en riesgo la seguridad en las carreteras.
Estos llamados llegan tras la operación policial bautizada como Operation Phantom, lanzada en septiembre, que detectó en solo dos semanas 4,335 placas ilegales en un único punto de Birmingham. La tecnología avanzada permitió a la policía identificar matrículas no conformes usadas para escapar de sanciones y para actividades delictivas.
“Es vital endurecer la ley, prohibir placas 3D y 4D y sancionar con más rigor a quienes las usan para evadir la justicia”, afirmó Foster.
El problema preocupa a la comunidad y a las fuerzas del orden porque estas “ghost plates” permiten a conductores temerarios y criminales evitar multas, detectores de velocidad e incluso delitos más graves sin ser localizados. La zona del West Midlands ha sido un foco donde esta práctica crece y afecta a la seguridad vial.
Recientemente, se creó una Parliamentary Vehicle Registration Plate Inquiry impulsada por el All-Party Parliamentary Group for Transport Safety para examinar el fenómeno a nivel nacional y plantear soluciones legislativas.
Foster celebra el avance, pero insiste en que hay que acelerar la acción desde Westminster. Junto a la diputada Coombes esperan convencer a sus colegas en la Cámara de los Comunes de la necesidad urgente de actualizar y reforzar las normas que regulan las matrículas vehiculares.
“Esta investigación es una oportunidad para exponer a los infractores y garantizar que las comunidades de nuestro territorio estén seguras”, declaró Foster, quien ha impulsado esta lucha desde hace meses.
El llamado a la acción es claro: cambiar la ley para prohibir formatos de placas difíciles de identificar—como las 3D y 4D—y establecer multas y penas más severas para quienes las usen.
Mientras tanto, la policía del West Midlands mantendrá operaciones como Phantom para identificar y sancionar a los infractores.
La cita en Westminster será un momento clave para decidir si el Parlamento respalda reformas que podrían transformar la lucha contra esta amenaza creciente en las carreteras del Reino Unido.


































