La zona alrededor del puente Walnut en Guildford lleva años siendo un foco de abandono y quejas vecinales, a pesar de los intentos de revitalización con arte callejero.
La construcción del nuevo puente prometía ser el motor para regenerar esta ruta clave entre la estación de tren y el centro de la ciudad, ofreciendo un espacio seguro y moderno. Sin embargo, el resultado dista mucho de eso. El espacio que debía convertirse en una “plaza” luce más como un antiguo aparcamiento de oficinas de los años 80, deteriorado y poco atractivo.
El antiguo restaurante Old Orleans, en las inmediaciones, lleva cerrado y vacío casi 15 años, aumentando la sensación de abandono en la zona. Vecinos y visitantes critican que el área no solo no ha mejorado, sino que permanece como una “vergüenza” para Guildford.
“El área sigue siendo una vergüenza para la ciudad pese al esfuerzo de algunos artistas por embellecerla,”
dijo D Smith, residente y crítico local, en una carta publicada por Guildford Dragon.
Además, se reclama una actualización clara sobre los planes para Bedford Wharf y el edificio vacío, en manos del consejo local. El responsable político en regeneración, el concejal Tom Hunt, también vicealcalde de Guildford Borough Council (GBC), no ha detallado los próximos pasos, lo que alimenta la incertidumbre sobre el futuro de la zona.
A día de hoy, ni el espacio público ni los inmuebles alrededor muestran signos reales de desarrollo. El contraste es notable entre la inversión prometida y la realidad, que sigue siendo un tema abierto para quienes trabajan o pasan por el área.
Guildford, una ciudad del sureste de Inglaterra conocida por su centro histórico y comercio, debe encarar esta problemática para no perder atractivo ante turistas y residentes, especialmente ante la competencia de otras ciudades que sí avanzan en regeneración urbana.
